Es una de las pasarelas más vertiginosas del Pirineo y fue construida en 1920 por los trabajadores italianos de la serrería Lombardi y Morello de Tardets-Sorholus. Se construyó para explotar la madera del bosque de Holzarté, en Haute-Soule estriada por grandes cañones.
Lo descubrimos después de caminar una hora entre la maleza, entre dos muros de piedra que se hallan, cara a cara y se sumergen en un abismo casiinterminable, como si el bosque que lo domina se desgarrara de repente. Entre ambos, se halla suspendida a casi 180 m por encima de las gargantas de Olhadubi mediante unas cuerdas de acero esta pasarela falsamente frágil, de 70 m de largo. En el fondo fluye plácido el río Olhadoko Erreka. Hay que tener mucho valor para cruzarlo.