Cauterets-Pont d'Espagne
¡Bienvenido al Parque Nacional de los Pirineos! Cauterets-Pont d’Espagne es un verdadero jardín de Edén en los Pirineos, donde cada rincón reboza de vida.
Un jardín de Edén en los Pirineos
Las aguas de los ríos se precipitan, los pinos negros crecen entre las rocas, las ranas berenjenas croan, las marmotas se tumban al sol, las cabras montesas pelean bajo la mirada del águila real, los discretos rebecos vigilan a los visitantes, los prados se cubren de flores. En el aire sopla un aroma a resina y a tomillo silvestre. Y de la tierra brota agua termal a 60 °C que corre a raudales hacia las lagunas del centro de balneoterapia. Ante tanta vida y armonía, ¡solo querréis saltar de alegría!
El agua omnipresente
Aquí, el agua no solo burbujea en las lagunas del centro de balneoterapia, sino que está en todas partes. Inunda los lagos, baja a toda prisa por los torrentes y cae por las cascadas. ¡Encontraréis decenas de ellas! Cada una más impresionante que la otra.
Paisajes increíbles sin esfuerzo alguno
Gracias a numerosas instalaciones y senderos que ofrecen múltiples paseos, podréis disfrutar de este jardín de Edén en los Pirineos. Los dos medios de elevación sucesivos desde el Pont d'Espagne os ofrecen la posibilidad de acceder al espléndido lago de Gaube, a 1725 m de altitud, en solo 15 minutos. Si caéis en el juego, sobre las aguas turquesas del lago, tendréis el placer de ver el reflejo del fascinante Vignemale, el macizo más alto de los Pirineos franceses.
El pueblo de Cauterets: el encanto y la elegancia de la Belle Époque
Pensad que Georges Sand, Alfred de Vigny, Chateaubriand y muchos otros han venido a Cauterets para disfrutar de la aventura, el descanso y la evasión. Por entonces, en la ciudad, se construyeron un casino, un teatro, hoteles de lujo y hermosas villas. Al pasear por el bulevar Latapie-Flurin, donde se suceden esculturas y pórticos monumentales, legado de la Belle Époque, no podréis dejar de imaginar la época en que toda la alta sociedad venía a cultivar su romanticismo en Cauterets. Hoy, al igual que Victor Hugo, la gente viene aquí, para pasar unas deliciosas vacaciones y recorrer los Pirineos circundantes: Gavarnie, Lourdes, Tourmalet…
La tradición del termalismo
El agua está por doquier. En «Les Bains du Rocher», el centro de balneoterapia de Cauterets, el agua burbujea en las lagunas interiores y exteriores, en el jacuzzi y en las camas de burbujas. Cauterets es una reconocida ciudad termal, donde podéis venir a chapotear.
Una delicia: ¡el «berlingot»!
Los berlingots son toda una institución. A principios del siglo XIX, los médicos recomendaban chupar este caramelo para reducir el sabor a azufre del agua. ¡El gran invento del berlingot! Solo cuatro tiendas del pueblo siguen comercializando este famoso caramelo.