Cuando aparecen los Mallos, imponentes muros de conglomerado teñidos de color ocre, y el entorno se convierte más árido podemos sentirnos como en el“lejano oeste”americano. Imagina alargados dedos (o cigarros), de color ocre,a 300 m de altura,dominando un pequeño pueblo a orillas del río Gállego. ¡El paisaje es impresionante! Estos conglomerados, de 20 a 30 millones de años de antigúedad, han seducido durante mucho tiempo a escaladores de toda Europa, que tienen la oportunidad de escalar allí durante todo el año.También son muy frecuentados por los buitres leonados que forman aquí la mayor colonia de Europa.
Para observar estas rapaces basta con acudir al Mirador de los Buitres,al sureste del pueblo,que ofrece un privilegiado lugar de observación.